martes, 4 de octubre de 2011

JAVIER SICILIA Y TERESA DE AVILA


Javier Sicilia y la lucha por la paz
Revista Christus / Septiembre 2011

        El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, encabezado por el poeta Javier Sicilia, ha despertado múltiples reacciones. Desde el gobierno se le reprocha que dirija sus reclamos sólo a las autoridades y no al crimen organizado; lo cual no es el caso, pero así lo perciben éstas. Desde las zonas más castigadas por la violencia le echan en cara que pida evitar la participación del Ejército Mexicano en tareas policiales: hay gente allí que juzga indispensable la presencia del instituto armado en el combate al crimen organizado.

          En la esfera política el movimiento genera urticaria, en parte porque los hombres del poder se disputan con él la capacidad de convocar a los ciudadanos, y porque cualquier cosa que suene a candidaturas o liderazgos ciudadanos les mueve el piso, abroquelados como están muchos en sus intereses personales y de grupo. ¡Menuda complejidad!

        Sin embargo, entre los miles de mexicanos dolidos por sus seres queridos víctimas de la violencia, el movimiento encabezado por Sicilia ha sido un bálsamo, un abrazo reconfortante, un “no estamos solos” que les permite sobrellevar la tristeza y seguir adelante.
Sicilia ha sacado fuerzas de lo más profundo de la naturaleza humana para apoyar a todos los mexicanos. Habiendo experimentado el dolor más profundo que puede experimentar un padre, la pérdida de un hijo, Sicilia está actuando para que a ningún otro paterfamilias le sobrevenga esa misma tragedia.

            Su liderazgo viene a llenar la carencia de líderes políticos confiables. Es un liderazgo ético; es un llamado a que detengamos la degradación política y mantengamos viva la esperanza; es un coro de voces a favor y en defensa de todos los ciudadanos. Sobre todo, representa una propuesta que puede llegar a ser realmente alternativa frente a las mojigangas gubernamentales, desgastadas por la corrupción, por una estrategia errónea, por una pérdida del sentido de la realidad.

          Hay que tener presente que en el origen de la militancia de Sicilia se encuentran sus convicciones creyentes. Como poeta ha sido inspirado por la mística cristiana, por autores de la talla de Teresa de Ávila y Juan de la Cruz.

       No cabe duda que la complejidad que enfrenta el movimiento es mayúscula. La moneda está en el aire. Algo muy básico es que siga sabiendo escuchar a la ciudadanía, especialmente a los más afectados por la situación de violencia y, al mismo tiempo, tome en cuenta a los intelectualescomprometidos con las mayorías y con una visión alternativa. De otro modo, podrá equivocar fácilmente la senda.


Hasta la Próxima
ECD

No hay comentarios:

Publicar un comentario